martes, 15 de septiembre de 2015

Ansiedad vs Perspectiva

La ansiedad depende directamente de la interpretación de lo que pasa a nuestro alrededor. 

Distancia física: 
Frente a una situación ansiosa alejarse en muchas ocasiones alivia esa ansiedad, actuar de esta forma no nos va a ser posible en el día a día, imaginaros que tenéis una reunión importante y en vez de ir a la oficina os vais tan ricamente a la playa, esto nos liberaría pero posiblemente tendría una mala consecuencia. 
Y si una reunión parecida la tendría dentro de 5 minutos un chino en Tianjin? Esto nos trae sin cuidado y sabríamos perfectamente que tendría que decir para que acabara con éxito, o que coño, si no les ha parecido bien a los demás participantes tampoco se acaba el mundo. Curiosamente esto mismo pensaría el chino de tu reunión. 😉

Distancia temporal: 
El tiempo siempre ayuda, las situaciones reposan en nuestra cabeza. Quien no ha oído la frase "algún día nos reiremos de esto". Aunque personalmente todavía estoy esperando a reírme de muchas. 

Situarnos en el universo:
Tendemos a ser el centro del universo y pensar que la mayoría de las cosas influyen en nosotros y nosotros en ellas pero, si ahora mismo moriríamos, el mundo seguiría sin pestañear.
Formamos parte del universo y tener presente que nuestra estancia es temporal ayuda a resituarse. No hay que olvidar que en este mundo nadie es imprescindible. 

Situarnos en el espacio tiempo:
Divide y vencerás! Nosotros somos los realizadores de nuestra película, pudiendo hacer un largometraje o dividirla en episodios. Todos los días puede ser un episodio con su principio y fin. Episodios cómicos, dramáticos, etc... Por ello dividir la vida en momentos ayuda a digerir las situaciones, retos, palos y alegrías. Levantarte de la cama y pensar que dentro de 17 horas lo mas probable es que volverás a estar ahí cerrando un capítulo y pensar que vas a hacer lo posible para disfrutar de ese capítulo. 

miércoles, 9 de septiembre de 2015

La comodidad del preocupado.

Aunque este título pueda chocar, podemos conocer a muchas personas que están eternamente preocupadas ya sea por un motivo o por otro. Esta forma de ser, aunque parezca paradójica es cómoda ya que al preocuparnos entramos en un círculo. Un círculo es crear un sistema cerrado que nos permite mantenernos ahí paralizados. Romper este círculo supone tomar decisiones, algo que puede asustar si no se esta entrenado. Tomar decisiones produce satisfacciones pero normalmente no a corto plazo sino a medio o largo plazo. La naturaleza del ser humano tiende a buscar satisfacciones a corto plazo por ello tener el alivio de no involucrarse en una decisión a través de la preocupación es una fórmula cómoda de funcionamiento.
Un ejemplo de esta forma de ser se da en parejas donde una de las partes siempre protesta o muestra su enfado ante las notas de sus hijos o hijas, ante las facturas y es el conyuge quien acude al colegio a hablar con sus profersores o profesoras o llama a la compañía del gas para modificar el contrato.