Distancia física:
Frente a una situación ansiosa alejarse en muchas ocasiones alivia esa ansiedad, actuar de esta forma no nos va a ser posible en el día a día, imaginaros que tenéis una reunión importante y en vez de ir a la oficina os vais tan ricamente a la playa, esto nos liberaría pero posiblemente tendría una mala consecuencia.
Y si una reunión parecida la tendría dentro de 5 minutos un chino en Tianjin? Esto nos trae sin cuidado y sabríamos perfectamente que tendría que decir para que acabara con éxito, o que coño, si no les ha parecido bien a los demás participantes tampoco se acaba el mundo. Curiosamente esto mismo pensaría el chino de tu reunión. 😉
Distancia temporal:
El tiempo siempre ayuda, las situaciones reposan en nuestra cabeza. Quien no ha oído la frase "algún día nos reiremos de esto". Aunque personalmente todavía estoy esperando a reírme de muchas.
Situarnos en el universo:
Tendemos a ser el centro del universo y pensar que la mayoría de las cosas influyen en nosotros y nosotros en ellas pero, si ahora mismo moriríamos, el mundo seguiría sin pestañear.
Formamos parte del universo y tener presente que nuestra estancia es temporal ayuda a resituarse. No hay que olvidar que en este mundo nadie es imprescindible.
Situarnos en el espacio tiempo:
Divide y vencerás! Nosotros somos los realizadores de nuestra película, pudiendo hacer un largometraje o dividirla en episodios. Todos los días puede ser un episodio con su principio y fin. Episodios cómicos, dramáticos, etc... Por ello dividir la vida en momentos ayuda a digerir las situaciones, retos, palos y alegrías. Levantarte de la cama y pensar que dentro de 17 horas lo mas probable es que volverás a estar ahí cerrando un capítulo y pensar que vas a hacer lo posible para disfrutar de ese capítulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario